Conoce 3 mitos sobre el servicio del vino

Seguramente has oído mucho sobre qué hacer y qué no hacer a la hora de servir un vino. Pero ¿qué tanto de eso es cierto? A continuación, aclaramos algunos de los principales mitos sobre el tema.

La temperatura ideal de los vinos chilenos, su aireación y decantación, así como el correcto maridaje, son aspectos que debemos conocer para derribar los mitos sobre el servicio del vino. Pasemos a verlos en detalle:

La temperatura

Lo primero que hay que tener claro es que temperatura de servicio y de degustación no son lo mismo. Como regla general, un vino -sea tinto o blanco- siempre debe servirse ligeramente más frío antes de la degustación, pues la manipulación de la copa y el tiempo que toma beberla inciden en el aumento gradual de su temperatura.

Ahora bien, ¿cuál es la temperatura de degustación ideal de los vinos chilenos? Aquí nace el mito, ya que muchas personas dicen que solo el vino blanco se toma frío y el vino tinto no

Lo cierto es que todo depende de vino en particular, pues un tinto de cuerpo medio se puede beneficiar de una temperatura ligeramente fría (ej: Pinot Noir Chile a 13 °C); mientras que los de cuerpo robusto tienen una temperatura idónea de servicio que ronda entre los 15 y 17 °C. 

Por su parte, existen blancos de cuerpo robusto que pueden servirse a temperaturas más elevadas que otros, como el Fumé Blanc (13 °C), aunque para aquellos de estructura más ligera -como el Sauvignon Blanc-, la temperatura de servicio ideal está entre 7 y 10 °C.

Aireación y decantación

Uno de los mitos sobre el vino es que cuando se airea comienza a perder sus propiedades. Nada más lejos de la realidad: la aireación o dejar que “el vino respire” trae beneficios relacionados con el sabor y el aroma, ya que se suavizan los taninos. 

Ahora bien, ya sea que se trate de un vino orgánico o no -tinto o blanco-, la decantación (pasar el vino de la botella a otro recipiente) debe realizarse lentamente, tanto para favorecer una buena oxigenación como para separar los sedimentos, algo de especial relevancia en variedades con largo tiempo de maduración.

En general, un vino tinto envejecido se beneficia más del proceso de decantación que un vino blanco, ya que tiende a ser más denso. Así, podrás percibir todas las características de tus variedades preferidas.

El maridaje

La idea de que el tinto es para carnes rojas y quesos, y el blanco para pescados y mariscos, no es una regla universal. Hay generalidades, por supuesto, pero no son combinaciones estrictas de maridaje.

Por ejemplo, un salmón perfectamente puede maridar perfectamente con un Pinot Noir Chile gracias a sus características, ya que se trata de un vino con acidez alta y cuerpo ligero. 

En relación a las pastas o carnes como el pollo, podrían servirse con tinto o blanco dependiendo del tipo de preparación o la salsa que los acompañe. Es decir, si un vino combina o no con ciertos alimentos, depende mucho del grado de acidez, grasa, dulzor, sal, etc.

Como vemos, ya sea si hablamos de vino orgánico o tradicional, es importante no dejarse llevar por los mitos y seguir las recomendaciones de expertos para el cuidado y servicio del vino. 

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