¿Qué es la rueda de aromas del vino?
Poder describir con exactitud aromas y sabores no es una tarea tan sencilla. Salvo algunas excepciones, sólo los catadores de vino pueden ser capaces de percibir sensorialmente y expresar aromas de vinos. Sin embargo, existe un recurso visual que puede ayudarnos llamado: la rueda de aromas del vino. Conozcamos de qué se trata.
Qué es la rueda de aromas del vino
Básicamente, es una representación gráfica de los aromas más comunes que podemos encontrar en los vinos. En la rueda de aromas del vino podemos hallar 12 categorías principales y unos 80 descriptores que se desprenden de las categorías que le anteceden, aunque estas pueden variar ligeramente según la rueda.
De hecho, este instrumento ha sido tan útil que se han creado variaciones similares para poder percibir aromas en alimentos, como el queso. Muchas personas, después de entender esta dinámica con la rueda del vino, no vuelven a percibir los aromas y sabores de la misma manera.
¿En qué nos ayuda la rueda de aromas?
Debido a que es un proceso netamente degustativo, la rueda de los aromas del vino nos ayuda a definir de una forma un poco más objetiva las familias de aromas que percibimos. Cada uno de los espacios de esta rueda tiene escritos elementos identificativos.
Es una ayuda apreciada, ya que muchos de nosotros tenemos dificultades olfativas o nuestra nariz no está entrenada para analizar todos los aromas del vino.
Una rueda con colores, ¿por qué?
Para nosotros, los colores comunican más de lo que podemos ver. La rueda de aromas muestra diferentes colores que se aproximan a los elementos que pudiéramos percibir.
Por ejemplo, los aromas vegetales están identificados con el color verde, que es el predominante en los vegetales. Lo mismo es del color marrón que tiene mucho parecido con los barriles donde se envejece el vino. De esta forma, es más fácil asociar sensaciones visuales con posibles percepciones olfativas.
¿Qué clasificación podemos encontrar en la rueda de aromas?
En este círculo gráfico podemos conseguir una interesante clasificación de aromas según el origen del vino. Veamos a que se refieren los términos aromas primarios, secundarios y terciarios del vino:
1. Aromas primarios
Parte de los compuestos químicos aromáticos propios de la región donde fueron cultivadas las uvas. Así, debido a que las características edafoclimáticas definen aromas, podemos percibir estímulos florales, frutales, vegetales y minerales. De ahí que para muchos la preferencia varia según las regiones de cultivo de las uvas.
2. Aromas secundarios
Tiene que ver directamente con los compuestos aromáticos desarrollados en el proceso de cosecha de uvas hasta antes del fermentado alcohólico. Aquí las sensaciones olfativas pueden indicarnos la presencia de yogurt, levadura, queso, entre otros.
3. Aromas terciarios
Son generados en el proceso de “crianza” y maduración de los vinos una vez terminada la fermentación alcohólica, bien sea en barriles o en botellas. En este punto, la memoria olfativa puede percibir aromas amaderados, balsámicos o aquellos vinculados a la confitería como la miel o el coco.
De estos aromas primarios, secundarios y terciarios del vino se desprenden aromas aún más específicos. Por ejemplo, de un aroma frutal podemos descubrir si ese fruto es rojo, cítrico, tropical, silvestre o negro, o puede que solamente percibamos un “toque afrutado” en él. Lo mismo es cierto con el resto de las categorías aromáticas.
Ahora, al comprar o seleccionar una buena botella, evitaremos describir los aromas del vino en términos ambiguos, y más bien podremos expresarnos de forma especifica y profesional.
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